Vender experiencias. Eso me dicho un perdone (camarero para los de la ESO) cuando pretendía cobrarme 10 euros por una cerveza caliente con una croqueta diminuta en un plato enorme, con varios chorreones de colorines se supone que de diversas salsas.
Le dije que se los pagaba sólo si me ponía una cerveza bien fría y que al irme, siguiese con la mirada mi trayectoria hacia el bar de enfrente.
¡Malditos desgraciaos!
Que le venda experiencias a su puta madre.
domingo, 1 de noviembre de 2020
El desgraciao que vende experiencias
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